Por fin he podido conseguir mi muñeca Gisela!!!
No ha sido fácil porque es una muñeca que fue creada en 1944 por Carmen Cervera y fabricada en Madrid por industrias prisma.
Gisela fue la gran competidora de 🐞 Pérez, y a mí particularmente me gusta más. Su cuerpo es regordete con llorón en la parte alta o baja de la barriguita, alguna lo lleva detrás y la cabeza generalmente es de cerámica.
La peluca puede ser en mohair o pelo natural y los ojos son de cristal soplado generalmente azules aunque algunas como la mía los tienen color miel 🍯 🐝.
Es una muñeca de gran calidad, va pintada al duco y su tono de piel es bastante naranja, sobre todo las primeras y brilla.. brilla muchísimo. Lleva barniz del brillante al contrario de otras muñecas de su época. Las primeras como la mía no iban marcadas en la nuca.
Va montada con sistema de gomas aunque alguna hay andadora.
Mi muñeca en concreto es como ya he dicho de las primeras. Sus ojos al ser oscuros de lejos da la impresión de que no tiene. De hecho cuando me llegó, del meneo del viaje se le habían desprendido. Tuve que estudiar otras muñecas en la web para ver cómo podría volver a colocarlos y que conservasen el sistema de abrir y cerrar caracteristico. Al final pude colocar y restaurar el pegote de resina original que los mantenía en su sitio reforzándolo con masilla de dos componentes.
Los brazos aparte de que tenían las manos estropeadas, se habían oscurecido no sé porqué. Al principio pensé que no eran suyos pero me dijeron que sí son los suyos originales. Le reconstruí las manos y los pinté todos al tono del cuerpo y piernas.
Preciosa peluca de mohair rubio y peinada de origen.
La muñeca la compré en subasta bastante bien de precio aunque necesitaba repasar manos, pintura, rehacer dedos..le faltaban también los dientes, la lengua y las pestañas.
Poco a poco le he ido arreglando esas cositas. Fue complicado volver a colocar ojos porque para acceder al interior de la cabeza tuve que arrancar la peluca que estaba perfecta. Afortunadamente salió sin problema y ha quedado todo muy bien. Los ojos van montados en la resina que lleva un hueco donde encajan si sin estar pegados. De esta manera basculan. Las pestañas las he rehecho con cinta de raso marrón.
He sabido que la ropa que lleva es el modelo Cruz Roja distinto al de enfermera y parecido al de enfermera de calle.

El traje es una pasada!! Hecho a mano en aquellos años con un mimo y unos acabados que ya no se ven. La gente ya no cose así. Esas habilidades se han perdido para siempre.
Estoy muy contenta con mi Gisela porque es una pequeña muestra del arte muñequil que hubo en España después de la guerra. Como reflexión final sólo comentar que en aquella época muy pocas niñas pudieron permitirse una muñeca así. La mayoría se morían por tener una pero lo que costaba venía a ser el sueldo medio de un trabajador español. La mayoría de niñas se contentaban con pegar sus naricillas en los escaparates de galerías preciados y como mucho se arreglaban con una cartoncita Pepóna.
También comentar que los talleres donde se montaban y vestían estas muñecas, trabajaban las niñas huérfanas y pobres que estaban acogidas por las monjas. Estas pobres chicas son las artifices de estas preciosidades de muñecas que todavía hoy podemos conseguir los coleccionistas no sin gran esfuerzo, ya que los precios se están poniendo por las nubes.
Aquí posa Gisela con sus nuevas amigas y compañeras en la sede del taller de mis recuerdos.. espacio personal e íntimo donde guardo y restauro estas pequeñas joyas.
Espero que os haya gustado este pequeño homenaje a esta gran muñeca!!😙
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